lunes, 16 de junio de 2008

"Dejaré de llamar imaginación a la magia"

La maga que no quiere ser maga.

Esa extraña complicidad que dan las conversaciones que nadie entiende.

-Nosotros tampoco las entendemos muy bien, mi querida amiga-

Le dije mientras lo cotidiano se nos volvía extraño.

Dos pájaros de plata volaron sobre la torre.

-Lo ominoso- pensé en silencio.

-El destino- me respondió antes que dos paracaídas cayeran de una estrella oscurecida por el sueño.

La ví de reojo; la magia que le concedieron antes de nacer. Nunca la pidió….

Un buen día, cerca de un café en París, decidió renunciar a ella.

Su último conjuro, fue un cadáver infinito que robó Tristián Tzara.

No le gustaban los pescados solubles,

solo se alimentaba de algas doradas y polvo de estrellas.
A veces un viruta de fuego, se le dibujaba en los labios, pero pronto desaparecía.


La maga que no quiere ser maga…


A veces la oscuridad del anonimato permite decirse cosas de mejor manera.

-Algunos magos han muerto de ciudadanía, según pude entender-

Me dijo la última vez que le vi.


Nunca volví a saber de ella, dicen que un buen día decidió regresar…

Se reconcilió con su magia, ahora vive en una cueva de musgo azul,

junto a una anémona y un caballito de mar.

Serenata nocturna para amantes infames.

¿No los has visto?

A veces no hablan. Nunca hablan.

Ese silencio que Agustín vio devorarse a Ambrosio.

Ellos, esos, eternamente mudos.

Nunca responden. ¿Por qué? ¿Qué pacto infernal los hace guardar silencio?

¿Acaso en alguna de sus figuras encontraremos el nombre de Dios?

Será que en el fondo todos, cada uno es un signo;

Dios un infinito encuadernador de un río letrado, que lo derriba con su fuerza.

Tal vez de allí viene su fuerza infinita:

-de nunca saber que fue de Alejandra Vidal,

si alguna vez Marcos se hizo adulto.

-La misma pregunta que todos nos hacemos:

¿Qué haríamos en presencia de la maga?

Son ellos, esos amores que no responden, que no nos hablan.

Esos amantes infames,

cada algún tiempo huimos de su tiranía.

Nos prometemos que jamás los volveremos a ver.

Nunca más esas espaldas anchas, esas esquinas laceradas por el tiempo,

los mismos colores gastados que han usado toda su vida, siempre monocromos.

No les importa nuestro abandono, apenas saben de nuestra huida.

Miles más caen en sus encantos, un harem de nuevos esclavos de sus historias infinitas.

Al final sabes que el bosque del silencio es muy frío, que el leñador de la vida no abriga como ellos.

Al final regresas, no pides disculpas, solo ocupas tu lugar junto al fuego.

Ellos te miran sin hablar “boca espumosa, ojo fatal”.

Saben que regresaste, pero nunca hablan.

Solo los tomas donde los habías dejado:

“En el principio fue el verbo….”

lunes, 9 de junio de 2008

¿El tiempo esta a favor de los pequeños?

Creo que así, es como se debe ver el silencio.

Un fluir que no termina nunca.

El día que sigue otro día.

¿Cuándo termina esta cadena de soledad?

Será que no termina nunca….

Varios recuerdos:

La batalla de dos magos que juegan a las palabras.

La promesa que hiciste…

Esa certeza que da saber que no vas a volver.

Un poquito de luz que aparece en una sonrisa.

El sentido que se escapa, casi nunca se recupera.

Es una guerra por el sentido de las cosas,

las cosas eventualmente acaban con uno.

La guerra que decidiste volver a empezar,

pero aún temes al sonido del fuego,

tal vez al final del túnel todo tiene sentido.

Al final ….siempre lo sabes……

El tiempo sigue estando a favor de los pequeños.

martes, 27 de mayo de 2008

Barniz

Después del Congreso, algo me recuerda...
También me recuerda a Nioe, pero creo que es por otra cosa.

BARNIZ.

Será por ti que no hay más velo que tu pelo
y que la luna se ha vestido de arlequín pa´ ti y pa´ mi,
será por ti que las fatigas son mis primas
y es que se me caga encima el corazón al sonreir,
será por ti que no me da la puta gana de
asomarme a la ventana ni para verlas venir,
será por ti que mi envite a la vida es rascar mi barriga.

Me repica el corazón por bulerías si me mira,
si me engrasa la garganta con saliva,
mis duquelas y mis males palmean por soleares
si me dice que me quiere to´ los días.

Me apego a tí como el barniz, y se te pudre la madera
en mil quinientas primaveras sin dormir,
será por ti que caben to´s mis malos ratos
en la caja de zapatos donde guardo el porvenir,
será por ti que me tropiezo en el pasillo
con el canto de los grillos cuando no me quiero ir,
será por ti que llega el nueve de febrero
y otra vez soy carcelero de unos besos sin carmín,
será por ti que lo mío en las nubes solo es un desliz,

me repica el corazón por bulerías si me mira,
si me engrasa la garganta con saliva,
mis duquelas y mis males palmean por soleares
si me dice que me quiere to los días,

me apego a ti como el barniz, y se te pudre la madera
en mil quinientas primaveras sin dormir, como el barniz,

serás cabrón, murmura el sol con la boquita pequeña,
serás desgraciao, murmura la vida, que pronto me olvidas
con lo que te he dao,
seré lo que no quise ser, seré tu cielo, tu antojo, tu niño, tu mar,
serás hijo puta, guiñandome un ojo me dice la luna al pasar.

martes, 20 de mayo de 2008

ANGEL PARA UN FINAL

Después de mucho tiempo recuperé mi colección completa de discos de Silvio Rodriguez, y había olvidado varias de sus canciones, este siempre me gusto mucho:

Cuentan que cuando un silencio
aparecía entre dos
era que pasaba un ángel
que les robaba la voz.
Y hubo tal silencio el día
que nos tocaba olvidar
que de tal suerte yo todavía
no terminé de callar.
Todo empezó en la sorpresa
en un encuentro casual
pero la noche es traviesa
cuando se teje el azar
sin querer se hace una ofrenda
que pacta con el dolor
o pasa un ángel
se hace leyenda
y se convierte en amor.
Ahora comprendo
cual era el ángel
que entre nosotros pasó
era el más terrible, el implacable
el más feroz.
Ahora comprendo en total
este silencio mortal
ángel que pasa
besa y te abraza
ángel para un
final.

miércoles, 14 de mayo de 2008

Virutas y siluetas


CAMILEX.

Ariel, fantasma del Bosque.
Dolor que se transforma en sonrisa, burla y dignidad.
Generoso como miel.
Alguna vez quiso ser poeta, despúes se olvido.

ADRI S.

La jaula de la fuga;
como un manglar.

La selva que se vuelve pantano,
el pantano que devora la selva.

La columna de humo que acompaña unos ojos de esmeralda infinita.

ANDRES.

Tan viejo como el viento, con algo de patriarca hebreo.
Tal vez por eso el tiempo se le enreda en las barbas.
Si lo miras a los ojos, vive un niño
que juega con Eleonor y el Moro en una calle de Manchester.


jueves, 1 de mayo de 2008

la belleza de algo que no es poesía.

Por costumbre solo pongo poesías ( y además poesías mías) en el blog. Pero la verdad este texto por lo que significa creo que es tan bello, como la mejor poesía que alguna vez leí, es el texto de Camilo Retana leido en Nuevas Voces en Ciencias Sociales comentando la ponencia de Adriana Sanchéz, la cercanía complice y amistad con los dos hace que el texto sea más bello aún.


De locura, medios escritos y Chaparrón Bonaparte

I

Cuando pienso en la locura, antes que en Foucault, pienso en Chaparrón Bonaparte. Su pregunta recurrente a Lucas Tañeda me preocupó durante toda la adolescencia y parte de la niñez: “Lucas: ¿sabías que andan diciendo que tu y yo estamos locos?”. “No hagas caso Chaparrón, no hagas caso”. Entonces Chaparrón deliraba de nuevo, imaginaba un mounstro, o una bicicleta, o un vaquero, venía la vecina a pedir una tacita de azúcar y la pregunta quedaba en el olvido.

Antes que a Foucault, cuando pienso en la locura, veo a Lilo Papaya –el loco de mi barrio que le hablaba a las flores–, a Pollo Tonto –el loco del barrio vecino que casaba mariposas– y a Pollo Loco –el loco que iba de mi barrio al barrio vecino buscando tesoros en los tarros de basura–. Finalmente, cuando pienso en la demencia, antes que pensar en libros, recuerdo el día en que la locura tocó mi puerta y uno de los responsables de engendrarme salió de casa al asilo, para no volver más nunca.

II

La locura, no solo para los locos mencionados, sino también para esa especie de demente sofisticado que fue Michel Foucault –Gilles Deleauze llegó a afirmar que Foucault utilizaba el estudio de la historia como un medio para no enloquecer (Miller, 1993, 163)– es, ante todo, una experiencia. En tanto experiencia, la demencia escapa a todo intento de explicación racional. Un psiquiatra y algún psicólogo desubicado (en esto último la propia Adriana me corrigirá si me equivoco) podrían ver en la pregunta de Chaparrón a Lucas un asomo de “curación”. Chaparrón, en medio de su desvarío, se pregunta si él y su compañero no estarán, como lo dice la gente, simple y llanamente locos. En la locura de Chaparrón, en la de Pollo Tonto y Lilo, y también en la de Chuky y los piedredos y locos piromaniacos del Diario Extra, los actos rechazan el principio básico y necesario para toda moralidad: la causalidad. Los actos del loco no son analizables a partir del principio de responsabilidad. Esto, por cierto, lo saben bien los abogados: a menudo la única salvación para sus clientes es demostrar que el crimen estuvo motivado por algún tipo de insania. Frente a la imposibilidad de explicar qué motiva un acto de locura, esta se convierte en su propia causa. Un filósofo diría que la demencia deviene así causa incausada. Lo que Chaparrón pregunta, en otras palabras, es si no habrá una explicación para sus actos. Hay, por lo tanto, un resabio de super yo a lo interno de su psique que, como decía antes, provocaría entusiasmo aún al más escéptico de los psiquiatras.

Esta operación mediante la cual intentamos conquistar la mente supuestamente retorcida del loco es llevada a cabo en Costa Rica, como lo demuestra el trabajo de Adriana Sánchez, no únicamente por la psiquiatría, sino también por los medios de comunicación colectiva (puntualmente por la prensa escrita). Contrario a lo que se podría derivar de un análisis apresurado, del análisis de Sánchez se concluye que tanto La Nación como La Extra no se limitan a reproducir los lugares comunes de la psiquiatría alrededor del tema de la locura, sino que por el contrario estos dos medios construyen un tipo de discurso que combina elementos religiosos, místicos y de psicología popular que solo en algunas circunstancias se fundamentan en la ciencia propiamente dicha. Lo que en todo caso no varía es la obsesión, propia de las sociedades modernas, por dar una explicación a lo que no la tiene, en este caso el acto de locura. En esto coinciden tanto La Nación y La Extra como Freud, la religión, la neurología y hasta esos análisis políticamente correctos e ingenuos que señalan que la locura es un producto del capitalismo. En todos esos entramados discursivos hay un denominador común: la locura debe poder ser explicada; la locura es algo. No obstante, desde Foucault, pareciera claro más bien que la locura no es otra cosa que la historia de sí misma: el resultado de un conjunto de saberes que compelen a los diferentes a disfrutar de la calma provista por la razón. De ahí las expresiones “recuperar el juicio”, “volver en sí”, “retornar a los cabales”: hay un afuera de la razón que es turbulencia, desasosiego, anormalidad, pero “por suerte”, se afirma con entusiasmo, siempre podemos volver a la justa razón, la cual es asociada metafísicamente a una pretendida naturaleza humana. La ética, el derecho y la ciencia tienen en común construirse a partir de ese imaginario de un sujeto racional, cuando lo cierto del caso es que lo anormal ha encontrado desde siempre un sitio (contrahegemónico) en la sociedad. Hipócritamente, desde Erasmo, la locura es, en lo momentos que conviene, elogiada de manera ambigua porque logra producciones artísticas que ningún sano podría haber llevado a cabo. La trampa es la misma: se evalúa en términos racionales lo que fue producido por la sinrazón; se elogia para no entrar en pánico.

III

No es de sorprenderse que en La Extra, y sobre todo en La Nación, la locura aparezca no solo como un fenómeno enteramente explicable en términos de la razón, sino que además se presente como un mal conjurable. Dentro del análisis que realiza Adriana Sánchez se destacan los matices que hay dentro de la cobertura realizada por cada uno de estos dos medios y se llega a la conclusión de que en el caso de La Nación se opta por soluciones seculares al “mal” de la locura, mientras que en La Extra se privilegian los mecanismos de control más abiertamente coercitivos: la policía y el sistema judicial. ¿Porqué nos resulta la locura tan amenazante? ¿Porqué aún dentro de los skeetch de Chespirito, Chaparrón increpa a su amigo no sin un poco de angustia y culpa preguntándole si “no será que tú y yo estamos locos”? ¿Porqué Lilo y Pollo Tonto despertarán invariablemente risas incómodas y comentarios en mis vecinos?

Una cosa pareciera clara: no sabemos guardar silencio frente a la locura. No solo nos empeñamos en explicarla a partir de nuestros parámetros racionales sino que también aseguramos que debe haber una manera de recuperar a estos sujetos. Ya sea que el origen de la locura sea un demonio (el exorcismo está siempre a la mano), un conjuro (para eso existe el Padre Nuestro) o una enfermedad (según los datos de Sánchez en los últimos cuatro años cada dos días se publicó en La Nación alguna noticia relacionada psiquiatría, psicología o patologías clínicas) esta debe poder ser extirpada de la sociedad ¿La razón? En nuestra época no podríamos desligar este fenómeno de las necesidades capitalistas de maximizar la producción. En este contexto es un desperdicio imperdonable que un sujeto, por anormal, no trabaje. Si nos atenemos a la aseveración de Freud según la cual un loco es aquel sujeto que no puede amar ni trabajar, entendemos porqué tanta preocupación por “curar” la locura. Obviamente, cuando se habla en este contexto de la cura de lo que se trata es de volver a insertar al sujeto dentro de las fuerzas productivas. De ahí el anonadamiento con el caso del homicidio en la Embajada de Chile: si el autor del crimen trabajaba… ¿estaba loco?

IV

Pero la locura no es solo una fuga de los canones racionales, una huída a la noche oscura donde el loco, oculto, celebra lo que a la luz del día le costaría la vida. La locura no es solo el quebrantamiento (subversivo si lo queremos ver así) de todos los lineamientos racionales que tanto costó trazar a la modernidad. La locura también es dolor, sufrimiento. De ahí que cuando emprendemos una crítica de la psiquiatría o de la cobertura patologizante que los medios escritos realizan sobre la locura, deberíamos dejar en claro que estamos en frente de un proceso que convierte el dolor en espectáculo. Jaison, Chukie, Wahaping Lucas, los Teletubbies y los Polacos: ¿cuánto dolor no hay detrás de esos personajes? Por eso la prensa cubre el hecho como si se tratara de algo extravagante, inaudito, fantástico. La fantasía, a menudo, no nos permite ver más allá de nuestro extrañamiento. En este caso, eso que está más allá de la cobertura amarillista o pseudocientífica que realizan La Nación y La Extra es algo demasiado doloroso como para que lo tematicen Julio Rodríguez y sus secuaces. Dejémoslo claro: desde la oficina amueblada y con aire acondicionado del Grupo Nación nada sensato se puede escribir sobre gente que sufre. Donde hay dolor este tipo de gente solo ve la chiripiorca. Por eso me suelen estorbar también esas otras imposturas que pretenden homenajear al loco: ¿qué sabemos nosotros de la locura?, ¿qué podemos decir de ella arrellanados en un sillón o entre los libros de una biblioteca? Aclaro que este no es el caso del artículo que hoy comento, pero me parece que es un hecho que la Universidad no carece de esos personajes que se escandalizan frente al dolor ajeno y consideran que redimen ese dolor homenajeando al herido. En nombre de una supuesta conciencia emancipadora se erigen salvadores de la humanidad y hablan de los pobres, los locos, el proletariado y los vencidos, asegurando que los representan. Y son tan buenos que incluso dedican libros completos a esos desgraciados. Acaso la postura más digna frente a los que sufren más que nosotros sea sencillamente callarnos y escuchar un poco.

V

Me parece que Adriana es una lectora de Foucault. Yo también lo soy. Hace algún tiempo, alguno de los presentes lo recordará, se realizó un seminario sobre las relaciones de Fuocault con otro pensador francés. Ya desde entonces traigo una preocupación y creo que este es el espacio adecuado para compartirla. Ser lector de Foucault desde América Latina (lo mismo ocurre con autores como Marx, y la filosofía crítica en general) exige una labor de contextualización que algunas veces se pasa por alto. Hoy por hoy, sin duda, para analizar la sexualidad, la locura, el crimen o la enfermedad, aún en América Latina, hay que pasar por Foucault. La teoría foucaultiana del poder, sin duda, provee elementos importantes para pensar las asimetrías que tienen lugar en nuestro subcontinente, pero dichos elementos no están diseñados directamente para pensar nuestra realidad inmediata. En este sentido, para pensar como latinoamericanos con Focuault hay que pensar primero contra él. No me malentiendan (pero tampoco le digan esto a nadie): les habla un foucaultiano. No obstante, me parece que el tema de la locura en América Latina está atravezado por otros ejes que la genealogía crítica no contempla. Un análisis que no incorpore esas variables estará condenado a repetir a Foucault a la manera en que una viejita repite el rosario. ¡Y así se llevan a cabo seminarios completos! Créanme: no falta quien, a la salida de esas actividades, tiene que vencer la tentación para no salir hablando en francés.

VI

Cuando terminaba Chespirito solía preguntarme qué harían Chaparrón y Lucas en sus horas libres, es decir, cuando no aparecían en televisión. Después supe mejor qué era la locura y entonces comprendí que probablemente sufrían sin ton ni son. La misma pregunta que yo me hacía con Chespirito es la que nos invita Adriana a realizar cuando cerramos el periódico. Más allá de esos estigmas que pululan en la prensa, ¿qué ocurre con esos hombres que se lanzan desde cuartos pisos, esos que se suben a la punta de una torre de conducción eléctrica y se arrojan al vacío? ¿Qué pasa cuando cesan los flashes y Manuel Pérez, y el Chichi y Wahapin y Griselda vulven a comer mierda debajo de los puentes? Es cierto que las noticias de los diarios omiten, por dolorosa, la pregunta. Pero vivir como si todo esto no existiera no hace la realidad menos pueril.

La locura es más que un psiquiatra vestido de gabacha con pastillas en la mano, o la foto de una mujer poseída por el diablo. En mi caso, por ejemplo, es la silueta de mi padre, marchándose, cuando yo tenía seis años.

Para Noe, en su dolor. Para Gerardo en su soledad

El ave vuela…

El hombre pregunta

El pez nada…

El hombre pregunta

El mono aúlla…

El hombre pregunta

Y pregunta solo acompañado

de sus temores y soledad

ante las fauces del misterio

¿Por qué el mal? ¿Dios existe?

Por qué estamos aquí y la voz

recorre de los valles a las montañas

y el eco sordo destroza con su silencio

la esperanza del hombre.

Y la naturaleza un solo himno,

y el hombre al fin callado

y habla luego y el plomo del silencio

ahuyenta la fe.

Y al fin el habla es un pétreo soliloquio

que calza los hombros masculinos

que descorre las raíces del cerebro.

luego habla y se calla al momento

y mudo y silencioso otra vez

vuelve a empezar.

Una confesión. Una verdad escondida.

" Soy feliz, soy un hombre feliz y quiero que me perdonen los muertos de mi felicidad"

A medio paso de la vida

Volvió a ver….

No era ver exactamente……

Era el paracaídas.

Los treinta y tres……

Un aullido que se dejaba oír.

Era él otra vez, tal vez está ves si era Gubbio

Recordó que su nombre era Legión.

La luz (era acaso una luz), le recordó cuando habitó entre cerdos:

Cuando A

era todo
cerdo
entre le llega
cerdos. su hora

Ocho manos de clepsidras lograron ponerle en pie.

Al final recordó al elefante blanco con el que venció a Aníbal.

No parecía él, el tiempo había pasado …

Vio la hoja con asombro...

Seis como los días que había sido feliz.

Uno como el domingo…

El día que su padre le abandonó.

Ni hombre, ni Dios. Naturaleza caída.

A medio camino de todo.

No logró ver el pájaro que los sobrevolaba,

Que en esto de lo nuevo y lo viejo, uno siempre esta a medio paso de la vida.

sábado, 26 de abril de 2008

16 de Abril. 2:00 AM

¿Así va a hacer entonces?

¿Así has elegido jugar?

Bueno! Peor para la historia… para esta historia que no es más que la

manera de no volverse a encontrar. La historia de una vida que apenas se ha vuelta vida.

El dolor solo puede fundar un manto de amnesia.

Eso es lo que querés?

Toda historia tiene sus héroes y sus traidores. Uno solo elije el papel y actua a consonancia.

¿Querés ser la heroína de la historia?

La que terminó de expulsar al dragón, adelante! Muy valiente de tu parte!

Cómo siempre medrosa, cobarde, eso es lo que parece gobernar el mundo…

La cobardía de no enfrentar que la rueda ya hecho a rodar,

Que todos somos culpables por culpar o por callar.

Que cada quién asuma la responsabilidad de sus actos.

Dos piedras guardadas en el ático azul.

¿El porvenir, me preguntás?

Me lo he guardado junto a estas teclas infinitas, en el fondo de

esa botella que me atormenta todos los días,

prometiéndome que al final de la noche solo habrá de amanecer una nueva anima.

Que el dolor se puede borrar con sangre de malta.

Que fácil es para vos… al final así termina todo…

Con un papel que nadie atreve mostrar,

con una pregunta que nadie se atreve a hacer.

Mago sin ciudadanía, ahora sobreviene la lepra…

El juez solo busca los hechos de una sentencia que ya eligió dictar.

Alguna vez el verdugo fue niño y tuvo amigos delincuentes,

el camino solo los volvió a unir fatalmente.

Que fácil parece vencer al vencido.

No era que íbamos a liberar al mundo de dolores y vejaciones?

No era más fácil empezar por nosotros mismo.

Al final el dragón envejecido de sabiduría,

se esconde en su cueva, a vivir 1000 años durmiendo sus males,

recordando como los niños de la aldea jugaban a apedrearlo,

sueña que de chico le hubiera gustado ser una calabaza.

domingo, 6 de abril de 2008

Entre hormigones

Sigue durmiendo, que no quiero que me veas escupiendo los flecos de tu falda otra vez,que encontré por los bares y me los metí a pares entre el hueso y la piel, sueña despacio con mi palacio, que es el paraíso en que piso aunque sea un mojón con tu nombre escrito por los rinconcitos de su corazón, cuando despiertes caerás conmigo en el barrizal, y entre hormigones me verás, entre lunas de alquitrán, entre sus pezones tiesos, con las persianas levantadas, que a la puta oscuridad le sobran besos, si estás cansada yo te vigilo las hadas que se van en manada con un trote cabrón a lo alto de un cerro para ver el entierro de la imaginación, sigue roncando y, de vez en cuando, afloja correa que veas que yo sigo aquí, de mala ralea, siempre de berrea, queriendo gemir,cuando despiertes estaré con los charcos en los pies, y entre hormigones me verás, entre lunas de alquitrán, entre sus pezones tiesos, con las persianas levantás, que a la puta oscuriad le sobran besos, aquí estaré, esperando a que pises todas las mañanas grises y las tardes tuertas, aquí, de pie, quejío de la acera, el martillo para espejos de no ver,querrás saber de tantos manantiales que en mi boca desembocan como lava hambrienta, le contaré que nunca fui un poeta, para las arrugas viejas soy José.

sábado, 5 de abril de 2008

king of pain ( algo de autobigrafico tiene esta cancion)


Theres a little black spot on the sun today
Its the same old thing as yesterday
Theres a black hat caught in a high tree top
Theres a flag-pole rag and the wind wont stop

I have stood here before inside the pouring rain
With the world turning circles running round my brain
I guess Im always hoping that youll end this reign
But its my destiny to be the king of pain

Theres a fossil thats trapped in a high cliff wall
Thats my soul up there
Theres a dead salmon frozen in a waterfall
Thats my soul up there
Theres a blue whale beached by a springtimes ebb
Thats my soul up there
Theres a butterfly trapped in a spiders web

I have stood here before inside the pouring rain
With the world turning circles running round my brain
I guess Im always hoping that youll end this reign
But its my destiny to be the king of pain

Theres a king on a throne with his eyes torn out
Theres a blind man looking for a shadow of doubt
Theres a rich man sleeping on a golden bed
Theres a skeleton choking on a crust of bread

Theres a red fox torn by a huntsmans pack
Theres a black-winged gull with a broken back
Theres a little black spot on the sun today
Its the same old thing as yesterday

I have stood here before inside the pouring rain
With the world turning circles running round my brain
I guess Im always hoping that youll end this reign
But its my destiny to be the king of pain

Queen of pain
Ill always be queen of pain
Ill always be queen of pain

domingo, 30 de marzo de 2008

La mujer horrible.


Apropósito de una noche con Nioe.

¿Qué es lo que escondemos en el fondo de nosotros?
Habita el tiempo eso que no nombramos,
los dolores que no pensamos.
Eso que llaman cultura nos moldeó sin decirnos,
No solo estamos arrojados en el mundo.
El mundo se nos aloja en el alma.

¿Cuantas noches vino el pecado por vos?
Cuantas le huiste sin verle el rostro.
El calor infernal de la semana que nos regala un rostro muerto,
Los ojos que nos siguen a todos lados.

Más que la intrusa de ojos que persiguen,
duele la complicidad de quien la dejó ingresar.

Hablaste de lo ominoso, de esa cosa familiar
que se nos vuelve extraña…

Cuantos dolores escondemos, bajo nuestros comentarios.
Cuanto cine y cuanta literatura bastan para olvidar los ojos que persiguen.

El miedo que no es miedo al miedo.

El terror que produce la madre de todas las madres.
La madre que nos salvo a todos, sin poder serlo.
La madre….

jueves, 27 de marzo de 2008

Un buen dia


Ser lo que ya no fui,
aspirando que un buen día
regrese el fuego que dio sentido a mi vida.

El tigre joven que se enfrento a la lluvia.
“ algún día serás un tigre grande y fuerte Kator”.

El noble sajón ofendido por el oprobio normando.
El héroe de los desposeídos, la hermandad de una
banda de ladrones, las escaramuzas de una banda de hermanos varones.
Al final como siempre, Mariam esperaba en la Torre.

El niño-genio siempre ingenuo, siempre heroico. El peso de la historia en su espalda.
La comedia que nunca termina: “ si quieres que Dios se ría de vos cuéntale tus planes”.
Aprender, apretar los dientes, cerrar los puños.

El conquistador que despierta muertos, que levanta montañas,
Allende los mares, vive Erewhon.

La utopía de los caballos sabios que gobierna la vida.
El dolor de una traición que cambio mi vida,
Ni perdón, ni olvido, ni reconciliación.
El dolor que se reproduce asimismo.
La certeza que no vamos a regresar a esos días cuando
descubrimos la luz, la libertad y la poesía.

jueves, 20 de marzo de 2008

E l poema que aborto Benedetti

Somos un poema que abortó Bennedetti,

La bala que no disparó Arturo;

los ojos que no llevan a nadie.

Quitándole plumas a las ratas,

sabemos que la luna se ha llenado de arlekines,

que llegamos demasiado tarde a todo,

muy temprano para algo.

Los hijos bastardos de Dios,

malos partos de Frida,

los hijos odiados de Dios.

los hijos…


Guardianes de las hadas que enterraron la imaginación,

de una oscuridad repleta de besos.

Los que habitan detrás de la ventana donde nadie se asoma.

Estos somos nosotros, la caja de tabaco donde guardamos el porvenir.

lunes, 10 de marzo de 2008

¿Cuánto tarda la luz en llegar?

¿Cuánto tarda la luz en llegar?

La prueba que no termina nunca,

el examen que se repite una y otra vez,

-esta semana, esta semana- te repites todos los días,

Sabiendo que al final, solo llega el final.

A veces (solo a veces) veo ese lugar donde no hay dolor,

en el que por fin la razón no gobierna,

una cadencia deja llevar un par de sueños en el bolsillo,

a veces (pero solo a veces) todos somos eso,

el sueño que alguna vez vimos,

la princesa que sale de la torre, el dragón exhausto a tus pies.

Un buen día los centímanos regresan al averno, pero solo es eso un buen día.

La hoja de aire que flota contra el viento,

un día que sigue al otro día,

la noche que sigue a la otra noche,

esperando que por fin esto cambie, que aparezca el evento.

Ilusos de nosotros que habitamos el tiempo,

que alguna vez creímos que otro mundo era posible.

¿Qué se le dice a una sonrisa nueva que no suene tan mal?

¿Por qué las palabras parecen ser tan inútiles a veces?

El idioma es una suerte de magia, capaz de encantarte,

pero inútil para cambiar lo real.

(Eso es injusto en el fondo el mundo sigue gobernado por la magia):

“no hay mas velo que tu pelo y la luna se ha vestido de arlekín para ti y para mi”

Nuestra sensata opinión sobre la carta que Tertuliano no logró escribir,

sobre las armas que usamos en el siglo XVIII.

Nuestra burda forma de de demostrar afecto, nuestra voluntad de ser queridos.

Podremos volver a hablar, o solo sobreviene ese raro silencio que se impone de la nada. Por lo pronto, hurgo la caja de cigarros donde he decidido guardar el porvenir.

lunes, 11 de febrero de 2008

Versos para sirenas


para Verónica.

La sirena que pide un poema,
cansada de esperar su sueño despierta…
La noche donde la vida regresa a retarnos.

Escribo versos por encargo.
Una letra por cada orquilla rota por el viento,
por cada cristal que baja de la luna.
un verso, por sus ojos de olivo.
dos versos, por el resino que untamos para
celar al amanecer.
¿Acaso te han regalado un verso a la medianoche?
(Hoy en día a cualquier cosa le dicen poeta.)

¿A quien queremos engañar? ¿Quién quiere ser un poeta?
Apago el tabaco, planto el violín en la nieve.
Ni la cigarra, ni la hormiga nos dejan entrar.

Me envalentono, te digo:
-Te he escrito un poema edulcorado,
con un verso libre y el otro amarrado-.
dos flujos de piel, que amanecen maldiciendo el sol.

Otra vez no quiero ser un poeta,
por lo menos, por hoy no quiero ser un poeta. No con ella.

Sirena atada, rodeada de mar,
báñate en mis ojos, que se friegue el océano desbocado,
celoso de los besos que no dejan aire.

La sal que no encuentra heridas que encender.
Los ojos que nunca terminan de verme: me aman o me culpan.
Solo buscamos otro aliento que se parezca a una bocanada de libertad.

Eso, esto, aquello


Los libros que no logro terminar,


las mujeres que no logro amar,

el plan que no termino,

el articulo que jamás empecé,

el amigo que apenas conozco, que me olvida antes de tiempo.



El amor que huye por la puerta, el curso que no quiero dar,
el camino sin recorrer,

la pesadez,

el hastío.


El día que sigue a otro día (demasiado temprano siempre),
La noche que sigue a todas las noches (demasiado tarde para cualquier cosa),
el rompecabezas que no terminé,
la terapia que no empieza aún (-tal vez la otra semana-,
me repito durante el día que siempre es demasiado temprano)
el vicio que dejo semana tras semana.

La raya que nunca cruzo,

el local al que nunca entraré,

el favor que nunca voy a pedir,


el beso que nunca dí, el que no me atreví a robar.


El te quiero demasiado tardío para cambiar algo,

El idioma que no aprendí,

el país que no visite,

la reunión que no detuve a tiempo,


el amigo que disfruta tu tumba,

el enemigo que se regocija.

Hoy pesan como los sedimentos de un río que no se acaba nunca,
Demasiado frágil para moverlos,
pero como el tiempo corroe, borra, olvida, arrebata eso que fue.
¿Hacia donde conduce este viaje?
Al final Penélope no teje ningún madejo.

jueves, 7 de febrero de 2008

Gigantes de arena


Para David.

¿De que hablamos cuando ya no nos habita el tiempo?
Todos conocemos ese infierno,
donde la vida no es la vida,
el deber gobierna al ser, no queda nada de nosotros.

No es la misma historia que nos habita,
apenas veo las huellas que siguen a las otras huellas,
el paso absorbente que gobernó la infancia,
la foto de la madre junto al héroe.

Chile con esa brutalidad, tan dolorosa que anunciaba el fin.
¿Cómo suena un tanque de guerra? ¿Se parece a un juguete?
Ese mundo que no conocimos,
la tierra envuelta en fuego, el fuego de la adolescencia que gobernó estas tierras,
luego llego Marcial, para no volver jamás… ¿Cuántas balas cuesta la dignidad de un hombre? Ese extraño amor adolescente, que no anuncio ninguna Victoria, solo el parto de otra vida.

¿Cuántos soldados de plomo, hacen un niño de verdad? Diez? Doce? Veinticinco?

El fin de siglo no fue nuestra época, un año que seguía a otro año,
Una derrota que seguía a otra derrota, era media noche en el siglo,
No llegó el amanecer esperado, solo más noche.
La vida tiene caminos sinuosos, un poema de Daltón, nos cruzó el camino.
Dos cartas lo separaron….
Al final el gigante, cansado de enfrentar a los molinos, recuerda que alguna vez
no hubo, ni gigantes, ni molinos, solo esa extraña sensación de encontrase con lo que se ha perdido.

sábado, 2 de febrero de 2008

San Jorge y el dragón


para Gerardo.

Hubo otra época aún gobernada por demonios,
donde el silencio habitaba fuera del tiempo,
donde los hombres comían otros hombres…
donde apenas éramos hombres.

No sabemos que fue, ni quien nos trajo aquí, a veces la fuerza del sino
no esta a nuestro alcance, solo vivimos para ella, nadamos en ella.

El miedo infernal, el saber que en otra vida no fuimos esto,
que hubo otra época donde el mundo era gobernado por demonios.
Un cazador de demonios, exorcista de si mismo, un ingenuo niño genio, incapaz de conjurar sus amores y sus miedos, a veces la suerte reúne dos caminos distintos, que se bifurcan nuevamente.

¿Qué habita realmente allende del tiempo? ¿Esta allí todavía, eso que nos amenaza desde el umbral?

El guerrero que aún no sabe que en él habita el dragón y la princesa.

jueves, 31 de enero de 2008

El color que tiene la paz


Para Nioe.

No siempre se nos aparece la esperanza, rara vez tiene un rostro esquivo de mujer,
como un letargo que dura siglos,
otra vez volvemos a recordar porque estábamos vivos,
porque nos habíamos ido.

Otra vez nos animamos a vivir, a perder el miedo de acercarnos,
rompemos esa aséptica nube de culpas, la muralla de horror que cargamos como máscara:… -“¿Hola, como esta?”-.

El destino (siempre esquivo como rostro de mujer) que acerca a quienes
aman los laberintos infinitos,
el olor siempre sedoso del papel que desaparece,
las letras que nunca leemos.
¿En alguna estará el nombre de Dios?
Ese camino sin fin, que no hace más que llevar a otro camino infinito,
que nuevamente se bifurca.

¿Nos recuerda a veces la esperanza, por qué estamos aquí?
A veces, después de mucho tiempo,
otra vez nos animamos a ver cara a cara al prójimo,
recordamos que es posible,
que no estamos condenados a ese infinito silencio que habita en el averno de nuestro interior.

Tal vez enero trae consigo esas fuerzas ocultas
que nos enseñaron que era la antropología,
nos hicieron imaginarnos en aquel mayo francés.
La fuerza de la ayahuasca que abre los ojos al inicio de los tiempos,
que nos hizo palear tierra, donde solo había suampo.

La secta del fénix, donde los demonios reconocen demonios,
aunque ninguno gobierne el mundo (por el momento),
algunas veces cuando logramos ver más allá,
recordamos el color que tiene la paz.

sábado, 19 de enero de 2008

Reparación


Para Marisa.

¿Qué es lo que realmente dejamos al final?
Cuando nos vamos, no nos vamos realmente…
en muchos sentidos, ellos, los que se van, siguen dirigiendo nuestras vidas.

A veces (pero solamente a veces) la tierra llora de soledad,
llega al infinito nuestra ausencia, es un valle donde se acaba la noche.

La luz siempre llega, tarde pero segura, las noches no son de acero,
4015 noches esperando que la tierra no llorara más.

11 años de noches gobernadas por el silencio, por no saber si se sabe,
todo al final llega a su fin.

Paz, Reparación, Justicia. La verdad no estamos seguros, pero por eso hemos tomado este camino.

Al final, ya no habrán noches, solo el amanecer que nos hemos prometido, donde ya no haya dolor, donde finalmente volvamos a jugar con los que ya no están.