
No era ver exactamente……
Era el paracaídas.
Los treinta y tres……
Un aullido que se dejaba oír.
Era él otra vez, tal vez está ves si era Gubbio
Recordó que su nombre era Legión.
Cuando A
Ocho manos de clepsidras lograron ponerle en pie.
Al final recordó al elefante blanco con el que venció a Aníbal.
No parecía él, el tiempo había pasado …
Vio la hoja con asombro...
Seis como los días que había sido feliz.
Uno como el domingo…
El día que su padre le abandonó.
Ni hombre, ni Dios. Naturaleza caída.
A medio camino de todo.
No logró ver el pájaro que los sobrevolaba,
Que en esto de lo nuevo y lo viejo, uno siempre esta a medio paso de la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario