jueves, 31 de enero de 2008

El color que tiene la paz


Para Nioe.

No siempre se nos aparece la esperanza, rara vez tiene un rostro esquivo de mujer,
como un letargo que dura siglos,
otra vez volvemos a recordar porque estábamos vivos,
porque nos habíamos ido.

Otra vez nos animamos a vivir, a perder el miedo de acercarnos,
rompemos esa aséptica nube de culpas, la muralla de horror que cargamos como máscara:… -“¿Hola, como esta?”-.

El destino (siempre esquivo como rostro de mujer) que acerca a quienes
aman los laberintos infinitos,
el olor siempre sedoso del papel que desaparece,
las letras que nunca leemos.
¿En alguna estará el nombre de Dios?
Ese camino sin fin, que no hace más que llevar a otro camino infinito,
que nuevamente se bifurca.

¿Nos recuerda a veces la esperanza, por qué estamos aquí?
A veces, después de mucho tiempo,
otra vez nos animamos a ver cara a cara al prójimo,
recordamos que es posible,
que no estamos condenados a ese infinito silencio que habita en el averno de nuestro interior.

Tal vez enero trae consigo esas fuerzas ocultas
que nos enseñaron que era la antropología,
nos hicieron imaginarnos en aquel mayo francés.
La fuerza de la ayahuasca que abre los ojos al inicio de los tiempos,
que nos hizo palear tierra, donde solo había suampo.

La secta del fénix, donde los demonios reconocen demonios,
aunque ninguno gobierne el mundo (por el momento),
algunas veces cuando logramos ver más allá,
recordamos el color que tiene la paz.

sábado, 19 de enero de 2008

Reparación


Para Marisa.

¿Qué es lo que realmente dejamos al final?
Cuando nos vamos, no nos vamos realmente…
en muchos sentidos, ellos, los que se van, siguen dirigiendo nuestras vidas.

A veces (pero solamente a veces) la tierra llora de soledad,
llega al infinito nuestra ausencia, es un valle donde se acaba la noche.

La luz siempre llega, tarde pero segura, las noches no son de acero,
4015 noches esperando que la tierra no llorara más.

11 años de noches gobernadas por el silencio, por no saber si se sabe,
todo al final llega a su fin.

Paz, Reparación, Justicia. La verdad no estamos seguros, pero por eso hemos tomado este camino.

Al final, ya no habrán noches, solo el amanecer que nos hemos prometido, donde ya no haya dolor, donde finalmente volvamos a jugar con los que ya no están.